Por mi culpa, por mi culpa y por mi gran culpa. Eso es lo que me dice Paula para justificar el último de sus caprichos. Pero yo no me siento culpable, eh?
Una tarde paseando entró en una tienda solo con la intención de echar una ojeada. Finalmente salió con un paraguas, y unas zapatillas. Dice que el paraguas lo ha comprado por mi, para que le quite el miedo que les tengo. Como tiene una funda de perro se piensa que me va a engañar...
Respecto de las zapatillas dice que soy la precursora de esa compra porque estaban expuestas a nivel de suelo, y como me gustan tanto los osos de peluche, fui a por ellas para jugar. Los corderitos, que en principio habian pasado desapercibidos a los ojos de Paula, tuvieron que venirse a casa con nosotras. Unas lástima ;-P
Tú no la hagas caso, May, tu dueña es una compradora compulsiva, no la hace falta empujones para comprar, jeje. Por cierto, la funda del paragüas es muy chula, no sé como será el contenido.
ResponderEliminarEl contenido no mata. Un paraguas plegable, de color dicutible: azul muy oscuro o un negro azulado. Yo echo en falta algún detalle perruno, con esa funda...
ResponderEliminarY no soy compradora compulsiva, solo lo hago para reactivar la economía!!
Y si de paraguas hablamos, ya sabemos lo que le pasó al mío en Bélgica, ¿no?
Sí, la verdad que te vino bien romper (ahora me pregunto si queriendo) el paraguas en Bélgica. Está chula la funda, me gusta. Y los corderitos ya les vi en persona y, como te comenté, me recordaron a Tess, que era una ovejita ella...
ResponderEliminarSi, tanto Patty, como Tess y Keka han sido unas hermosas corderitas, por fuera y por dentro. ¡Cuánto las añoro!, ya se me caen las lágrimas de recordarlas.
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