PitaPata Dog tickers

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jueves, 25 de abril de 2013

REINA LEONA

Publicado por May

Sacudiendo las melenas




lunes, 22 de abril de 2013

DESESPERADA

Publicado por Paula

Parecía que la patita de Skull iba viento en popa, cuando se la empieza a hinchar...El sábado mi padre la tuvo que bajar de la cabaña y llevarla al veterinario. Allí, al quitar la férula y el vendaje se ha descubierto que tiene un montón de heridas y úlceras, que por el roce, la humedad y demás...pues de manera invisible la ha ido haciendo mucho daño. La hicierion también otra radiografía para ver si la fractura estaba bien, y menos mal que todo sigue en su sitio, y así confirmar que la hinchazón no era porque se la habia descolocado la fractura.

La han puesto un vendaje más liviano, y mañana toca de nuevo visita al veterinario para descubrirlo de nuevo, hacer otra cura, y valorar la situación. Mientras hay que darla antibioticos...y esperar a que la cosa vaya a mejor. La pobre lo está pasando mal, la debe picar tanto que se muerde la pata de desesperación, pero mordiscos como si en vez de la pata mordiera un hueso de mamut.






viernes, 5 de abril de 2013

CHUZOS DE PUNTA

Publicado por May

No para de llover, granizar, incluso tronar...y se me han puesto los pelos de punta!


miércoles, 3 de abril de 2013

EVOLUCIÓN

Publicado por Paula

Ya han pasado unas semanas desde que la pobre Skull se rompió la patita. Los primeros días los pasó fatal. Estaba muy triste, con las orejas siempre gachas, sin ganas de nada, y con dificultad para echarse. Muchas noches se despertaba, se levantaba y después; desorientada, asustada y dolorida no podía echarse, se ponía a lloriquear, así que la tenía que ayudar a tumbarse sobre la patita buena.



Tras realizarla nuevas radiografías para valorar si era necesario operarla o no, se descartó esa opción y la inmovilizaron la pata con una férula.



Desde entonces poco a poco ha ido mejorando. Empezó a desenvolverse mejor para andar, a levantar las orejas, a empezar a jugar con peluches, jugar con May, perseguir a Mario, empezar a correr, y poco a poco, día a día ha vuelto a ser la perra de siempre, pero a tres patas.







 Esta Semana Santa en la cabaña nadie diría que tiene una pata rota e inmovilizada, ha corrido como una liebre y ha saltado muros para irse de correrías con Lon. No se la pone nada por delante, no hay quien la frene. Espero que tantos excesos no la pasen factura.