Me desperté esta mañana pensando que iba a ser otro día más, con la misma rutina de siempre, pero no ha sido así. Si lo se, no me levanto.
A primera hora tenía cita en el veterinario, que lo mismo son médicos de cabecera, que oftalmólogos, que dentistas.¡¡¡Si, dentistas!!! Hoy me han extraído un montón de dientes y muelas. Mis dueños que son unos ingenuos me han llevado para quitar algunos dientecillos que tenía por duplicado porque no se me han caído aun los de leche, y ya tenía fuera los definitivos, con lo que en la mandíbula superior tenía la boca como la de un tiburón, con doble hilera de dientes.
Paula quiso que conservaran los dientes que me extrajeron, y cual ha sido su sorpresa al abrir la caja y ver todo lo que había dentro. A poco más y la caja se le queda pequeña!!!.
Hoy estoy un poco sedada y duermo mucho. En principio no me duele mucho la boca, y a la noche quizás pueda intentar comer algo. Durante 10 días me tienen que dar una pastilla de antibiótico. Por el bien de Paula creo que me la voy a comer a la primera y sin rechistar, pues bastante suplicio tiene todos los días con el gato Jonás para hacerle tomar las 3 pastillas diarias que le han recetado.
