PitaPata Dog tickers

PitaPata Dog tickers

lunes, 27 de febrero de 2012

HORA DE SIESTA

Publicado por May

Cuando mi “abu” está en casa los mediodías y se echa la siesta me lleva con él a echar una cabezadita.
Bueno, primero él intenta dormir, y yo mientras me dedico a saltar encima de él, a buscar sus manos, a tirar juguetes, a chuparle la cara, ojos incluidos y a intentar meter mi nariz por sus orificios nasales. Lo que sea, con tal de que me haga caso. Cuando finalmente me rindo porque veo que se ha quedado sopa, pues al final me pongo a jugar al juego de la imitación, o sea, le imito durmiendo o lo que es lo mismo me duermo.


jueves, 23 de febrero de 2012

UNA MAÑANA DE DOMINGO

Publicado por May

Me encantan esos días en los que saliendo de la rutina diaria del paseo por el centro de la ciudad me llevan a mover las patitas sobre alfombras verdes. Disfruto mucho en sitios como la Magdalena o Mataleñas donde me pueden soltar un poco (aunque esté prohibido), y donde podemos jugar a la pelota. El otro día, y no exagero, tenía dos lanzapelotas, a dos brazos cada una, supone 4 catapultas que alternativamente me lanzaban la pelota y palos, y no exagero, pero me estuve dos horas jugando sin parar. ¿Cuando repetimos?



















lunes, 20 de febrero de 2012

LOS GATOS COMEN Y LOS PERROS BABEAN

Publicado por Paula

A pesar de que Joni está un poco malito me alegra ver que en ocasiones tiene hambre suficiente para comer con tantas ganas. Después de unos días comiendo bastante mal, fue un deleite para la vista verle comer “a lo grande”, así que ahí dejé a su disposición todo el pienso que teníamos en casa para que no fuera yo quien pusiera límite a su voraz apetito gatuno.

A May creo que no la hizo tanta gracia. ¿envidia?


domingo, 12 de febrero de 2012

JUGANDO EN LA NIEVE











Publicado por May

Aprovechando las últimas vacaciones de Paula, hemos pasado unos días en la cabaña.

Con suerte, parte de ellos han sido especialmente bonitos e intensos, pues ha nevado en la cabaña, y hemos estado allí para disfrutarlo.

¿Hacía frío?, pues no vamos a negar que un poco sí, pero la preciosidad de los paisajes y lo divertida que es la nieve lo compensa.

No he perdido ocasión para que en cuanto la puerta de casa se abría escabullirme para salir aunque fuera “desnuda” a correr por la nieve. Esa sensación de algo blandito y frío bajo las patas me gusta. Eso si, es para estar un rato y a todo correr a casa, porque si estoy mucho tiempo tirito de frío.

En cuanto entramos en casa hay que quitarme las bolas de nieve que se me quedan pegadas en los pelos de las patas. Me los intentaba arrancar a mordiscos pero al final Paula me los quitaba mas fácil derritiéndolos con el secador y con sus manos.

No se si habréis comprobado por las fotos el cambio de look. No, no lo digo por los vestiditos…a veces salía a la calle con el plumífero y otras con el chubasquero, pero cuando me escapaba salía desnuda. No, lo del cambio de look me refería al corte de pelo que me han dado. Como era demasiado engorroso secarme cada vez que salía a jugar pues Paula aprovechó la excusa para darme un buen corte de pelo y allí mismo en la cabaña se lió con las tijeras y se puso a cotar a diestro y siniestro. Ahora parezco más cachorrilla. ¿verdad?.

Bueno y qué decir tiene el muñeco de nieve que hice con mis propias patas, ¿eh?
























Un abrigo para el frio y chubasquero para los aguaceros

Publicado por May

Con la llegada del invierno y las bajas temperaturas es el momento de abrigarse. Como los perros de mi raza no tenemos doble capa de pelo para protegernos de las inclemencias del tiempo, mis dueños, por mi bien  más que por moda, me han comprado un plumífero muy discreto (por eso del color…), con capucha de quita y pon.

Para las ocasiones en las que sea la lluvia la que me agüe mis paseos, tengo un chubasquero negro que era de Keka y que mi “abuelo” ha arreglado para reducirle unas cuantas tallas y lo pueda usar yo. Ya veis, con esto de la crisis yo también tengo que aprovechar la ropa de los mayores. Lo cierto es que estaba nuevo, y después de arreglado me queda muy bien. De hecho, ¿habrá algo que no me siente bien?

Eso sí, guapa estaré, pero incómoda también. Me está costando acostumbrarme a andar, y sobretodo hacer mis necesidades con la indumentaria puesta. Será cuestión de tiempo.