PRESENTACIÓN EN SOCIEDAD

Publicado por May



Sábado 24 de septiembre.



Al fin, al fin!!!. Por fin me han llevado a conocer a Sofía!. Esperaba desde hace mucho tiempo que llegara el momento de mi presentación oficial en sociedad, y Sofía también esperaba ansiosamente que llegara ese día.

Sofía es sobrina de Jesús, una niña de 6 años guapísima y encantadora. Y además le gustan mucho los perros. Vive en un chalet así que disfrutamos de un día fantástico en el jardín. Jugamos un montón a la pelota, juego que no es nada fácil. Quiero decir que no es nada fácil para los humanos. Soy demasiado hábil, y una vez que tengo la pelota en el morro, no la suelto, y tampoco dejo que me la quiten. Así que si los humanos quieren hacerse con ella tienen que correr detrás de mi hasta el límite de sus energías, porque lo normal es que os canséis de seguirme antes de que yo me canse. Lo que pasa que a veces me hacéis trampas, me tiráis otra cosa para que vaya a por ella, y en ese descuido me quitáis la pelota.
Tras un buen rato de juegos y risas hice mi demostración de obediencia para sorpresa de todos los presentes. No es habitual que siendo una cachorrilla tan joven sea tan obediente y disciplinada, más aun cuando la demostración de mis habilidades se hacen en presencia de gente desconocida y encima en un lugar nuevo para mí. Aún así, superé el examen con nota. Ya el sobresaliente me llegó cuando las órdenes no me las daba mi dueña, sino me las daba Sofía y yo igualmente las cumplía a la perfección.

Ese día también tuve el honor de conocer a la Sra. Carlota. ¿Qué no sabéis quién es?. Carlota es una preciosa hámster rusa, muy bonita y pequeñita. Me la metieron en una bola de plástico para que se paseara por el suelo de la cocina ante mi atenta mirada. Y es que la vida la dio la coraza en la que estaba metida, porque con lo que me gusta a mí jugar con ratones, no sé que habría sido de ella si me hacen una presentación en carne y hueso. Bueno, eso, me como la carne y dejo los huesos. Es broma, eh?, ¿o no…?

Pasé parte de la tarde en los brazos de Sofi columpiándome en un columpio de jardín.



Luego estuvimos jugando a papás y mamás, jeje. Yo era, como no podía ser de otra manera, el bebé y la mamá era Sofía que me paseaba en una sillita de muñecas por el jardín. Fue muy divertido y es una manera muy buena de dar paseos sin cansarme.






Despues de tanto juego estuve un rato descansando en los brazos de Sofi. Uno que se parecía a Jesús también me cogió. Olía a Jesús, se parecía a Jesús, vestía como Jesús, pero...¿y ese pelo?, ese pelo no es de Jesús.





Fue avanzando la tarde y siendo un día cargado de tantas emociones, el cansancio no tardó en llegar. Llegado un momento dado, me metí en el trasportín para echar una cabezada y me quedé dormidita hasta la hora de marchar.

Prometo volver otro día porque me lo he pasado genial y tengo ganas de ver de nuevo a Sofía y familia, que son muy majos y hacemos muy buenas migas. He dejado muy buena impresión, lo que puede dar pie a que se animen a compartir su vida con un inquilino de 4 patas. El tiempo dirá.