PitaPata Dog tickers

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viernes, 16 de septiembre de 2011

MI PRIMER DIA DE COLE (Akuna Matata, al cole tienes que ir)

Publicado por May

Viernes 16 de septiembre. 11 15 a.m Colegio Mateo Escargedo de Camargo.

Quien me iba a decir que hoy iba a vivir una nueva experiencia. Me desperté como otro día más, pero...algo era diferente. Ese día, Paula no fue a trabajar, qué raro!

La cosa es que yo estaba cansada y mientras ella danzaba por casa yo estaba durmiendo y de repente, coge el trasportín y algunos juguetes y a la calle. Yo pensé que me llevaba de nuevo a trabajar, aunque un poco mas tarde de lo habitual. Uhi, una vez en el coche me di cuenta de que el camino no era el mismo.

Al cabo de un rato, el coche se detuvo. Me sacó del coche en trasportín y según avanzábamos por un camino cada vez oía mas ruidos, ¡no, no eran ruidos, eran gritos!, ¡son niños!. Me gustan los niños, siempre están ricos, saben a gusanitos y chocolate. Pero me gustan de uno en uno o de dos en dos, pero me temo que nos dirigíamos hacia una manada de niños silvestres. Madre mía donde me llevaba, era un sito lleno de niños saltando por todos lados, gritando, corriendo de un lado para otro. Un caos, y encima la loca de mi dueña, abre la puerta del patio y se mete dentro conmigo. Gracias a dios iba dentro del trasportín.
Yo la gritaba, ¡Estás loca! Si quieres correr el riesgo métete tu sola, a mi déjame en el coche, pero no me metas a mí en estos berenjenales. Oía a los niños gritar y algún avispado acercarse lo suficiente al trasportín gritando a sus compañeros, es un perro, y alguno incluso atinó, es un yorkshire. Que buen ojo tuvo. Ese niño me gustó.

Después de sortear a un montón de niños curiosos que se acercaban a ver que había entre las rejas del trasportín llegamos donde estaba Emma, amiga de Paula, una de mis madrinas. Me sacó del trasportín y de repente me encontré rodeada de 20 niños, no 50, no, 100, no 200, cada vez más niños me rodeaban, vaya circulo se montó a mi alrededor, que griterío. ¡Qué excitación!. Todos me querían tocar, todos me querían coger, todos querían jugar conmigo, uhi, que lio. Hubo que hacer un gran esfuerzo para que esa jauría de niños se calmara y comprendieran que si seguían en ese estado de excitación me guardaban en el trasportín. Paula les dijo muy seria: o estáis tranquilos y dejáis de gritar o me la llevó. Obedecieron. Oye mamá, qué autoridad tienes con los niños, jeje. Da gusto.

Aun así enseguida llegaban niños nuevos revolucionados, y bueno, hubo que poner orden. Paula dijo: quien la quiera tocar a May o cogerla que hagan una fila, y obedecieron a la primera, hicieron cola, y uno por uno me fue cogiendo en brazos unos segundos o acariciando. Como me porté bien y superé la prueba de niños con éxito mamá consideró que me merecía un premio. Sacó mi cajita de golosinas, y todos los niños me querían dar una. Paula sacó unas cuantas y los repartió a algunos de ellos, pero claro, hubo quien se quedó sin golosina para darme. Yo hubiera aceptado comerme con gusto todas las que me dieran pero mamá mintió y les dijo que ya no quedaban más. Que ingenuos esas criaturillas que se lo creyeron. Después de tanto alboroto, empecé a sentirme un poco asustada y agobiada así que me metieron en el trasportín de nuevo. Un niño un poco travieso me metió en la jaula una bellota. A falta de golosinas...

Ya una vez dentro de clase, solo con los niños del aula de Emma, me sacaron de nuevo del trasportín.


La profe Emma les dijo que se sentaran y se estuvieran calladitos para no asustarme y me fueron pasando mesa por mesa, para que me tocaran. Me porté muy bien.
Algunos niños nos contaron que tenían perrito. Hablaban sobre su raza, su nombre y edad. Descubrimos por ejemplo que Mía, recién llegada al cole ese curso, tiene una perrita pastor alemán que se llama Dacota. Uhi, me detengo en una mesa, el niño me toca, y yo voy a el alegremente a olisquearle y lamerle. Ese niño mola! olía, um...un olor familiar, ¡¡olía a gato!! y es que efectivamente tiene gatos, mi olfato no falla.
Después hicimos una demostración de obediencia, sienta y quieta y como la superé con éxito, la niña que ese día era la encargada de la clase me dio una golosina. Luego nos hicimos una foto de grupo y se fueron a hacer gimnasia.

La case se quedó vacía, sin vida...oh, vaya, parece que empecé a echar de menos a los niños, creo que me gustan. En el fondo son como yo, jeje, revoltosos, inocentes y juguetones. Me puse a jugar sola.











Los niños de la clase de al lado que iban acabando su ficha, vinieron a nuestro aula a visitarme, y a jugar a coger la pelota. Cada niño me tiró la pelota una vez y yo iba a cogerla. Ahora la parte más complicada era quitármela, había que andar corriendo detrás de mí. Después de tanto juego, me hicieron otra foto de grupo con los niños y la profe del otra aula.

Llegó ya la hora de terminar la clase, y los niños se fueron a sus casas, y poco después yo a la mía. Eso sí, antes de irme conocí a alguna profesora más del cole, a quienes caí muy simpática. Poco después, hora de volver a casa a descansar, que la experiencia aunque fue muy enriquecedora, he de recocer que también que fue agotadora. Me ha gustado mucho la experiencia, el cole me gusta. Si ir al colegio significa que te acaricien, te den golosinas y jugar, me apunto para ir todos los días. ¿Mamá, me matriculas?.
Ahh, pero quiero que Emma sea mi profesora. Es la mejor del mundo mundial.

3 comentarios:

  1. Tan pequeña y ya yendo al cole, eres todo una avanzada May!

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  2. Todo hay que decirlo, May. Te portaste genial y "mis niños" y los de Patri también. Pero claro, como sus profes, también son los mejores alumn@s del mundo mundial...

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  3. Hola de nuevo May!!!
    Mañana de nuevo al cole y esta vez... de ACTRIZ, no te quejarás, vaya papeles te damos. EL famoso Totó del Mago de Oz, hazlo bien eh? y no nos defraudes...

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